"Lunch atop a Skyscraper" Almuerzo en la cima de un rascacielos, de Charles C. Ebbets, fotógrafo. América años 30. |
Mientras que los economistas, el gobierno, la oposición y demás expertos siguen discutiendo sobre las causas, los desencadenantes, en fin, los culpables de esta crisis… Cada día somos más los ciudadanos y ciudadanas que nos sumamos al desencanto, la desesperanza y la inseguridad compartida.
Quizás no toda la gente se enfrenta del mismo modo al vértigo que supone la incerteza de no saber hasta cuando aguantaran, o mejor dicho a la certeza de saber que caerán inexorablemente, pero en mi opinión, nos toque vivirlo de la manera que sea, deberíamos atrevernos a mirar hacia abajo y comprender que se trata de realizar un esfuerzo común. Que la deuda sea privada o pública, interna o externa, nos afecta a toda la humanidad.
Escuché hace poco a Andrea Rizzi, periodista del diario el país, decir que Italia (y el mundo, añado yo) vive o protagoniza un “¿civismo o cinismo social?”… yo entiendo que un "cinismo", ese que nos lleva a especular electoralmente apoyando a políticos corruptos… o como muy bien sugirió, Iñaqui Gabilondo a Jordi Evole, ese mismo cinismo que nos hizo especular y comentar alegremente en la peluquería que "conseguimos vender nuestra vivienda por el doble de su valor"...
Si la especulación consiguió unirnos, posiblemente seamos todos y todas en un mismo tiempo verdugos y víctimas.
Si la especulación consiguió unirnos, posiblemente seamos todos y todas en un mismo tiempo verdugos y víctimas.
Me gustaría terminar diciendo la solución es… así de sencilla.
Podríamos quedar a la hora del almuerzo, como antes, para discutir cómo resolver este gran problema de inseguridad e irresponsabilidad. Hasta entonces sencillamente una reflexión ¿Cómo conseguiremos superar nuestro irresponsable cinismo y ser cívicamente responsables?