En la imagen, una niña negra que parece devorarnos con una dulce mirada.
No se su nombre, no se nada de ella, ni ella de mi. No nos conocemos.
El artista ha atrapado en sus ojos, un momento de felicidad.
Te miro y pienso que estás en el lado del mundo exacto y naciste en la familia adecuada, rodeada de amor.
Podría imaginar que eres una niña con suerte.
Fotografia de: José María Marquez Mata
Cuando la suerte es injusta, o la justicia es cuestión de suerte, podemos devorarnos sin conocernos, atrapadas por la infelicidad de la mala suerte. Diran que es orgullo herido, rencor. La impunidad no entiende de dignidad ni de justicia.
La impunidad se ríe de la mala y de la buena suerte.
Ríe pues la suerte no existe, pero la impunidad si.
Quizás pretenda reírse sutilmente, hablándonos de calidad democrática, participación activa de la ciudadanía, transparencia, salud, familia y mucho amor.
No nos conocemos, pero sólo quería que supieras que a la Impunidad hay una manera de atraparla , fijando nuestros ojos y devorandola con la verdad de una dulce mirada.
Suerte!
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